Consejos
Todos sabemos que en la cocina hay ciertas cosas que no pueden faltar. Ni siquiera por motivos de estética es simplemente porque si quieres alimentarte, deben estar ahí como la heladera, el lavabo, utensilios, y por supuesto la cocina u horno que nos permite cocinar variados y deliciosos platos.
El horno, al igual que el resto de los electrodomésticos sufre el paso del tiempo y el uso, pero lo cierto es que como lo que cocinamos en él es lo que va a nuestro cuerpo, mantenerlo limpio y reluciente no es solo una cuestión estética sino también de higiene.
No importa si eres una gran cocinera o no, lo cierto es que cada vez que lo utilizamos la suciedad y la grasa de las comidas se va quedando dentro y cuanto más esperamos para limpiarlo es peor. Muchas veces hasta es una tarea imposible, por eso, en el día de hoy te contamos como hacerlo de manera muy sencilla.
Paso a paso:
Comienza encendiendo el horno a temperatura fuerte y luego de unos minutos baja el fuego a medio. Una vez que este tibio aplica bicarbonato de sodio en las parrillas y en las bandejas del mismo. Deja el bicarbonato aproximadamente una hora para que actúe. Esto hará que se afloje la grasa y la suciedad que tanto nos cuesta remover.
Pasado el tiempo apaga el horno y con cuidado, pasa un paño húmedo por la puerta, las parrillas y la bandeja para retirar la suciedad. Al instante notarás que la mugre queda en el trapo y el horno vuelve a brillar justo como cuando era nuevo. Recuerda que puedes hacer este procedimiento cuantas veces quieras.
Ten en cuenta también que si las parrillas y bandejas han dejado de brillar y están un poco percudidas por el uso, una vez que realices el procedimiento podrás quitar toda la grasa y para que vuelvan a brillar solo tienes que pasarles un paño humedecido con agua y alcohol.